Así como las redes sociales prestan su servicio para que los usuarios compartan contenidos, ellas mismas pueden tomar medidas técnicas para removerlos, bloquearlos e, incluso, suspender usuarios (entiende más sobre los intermediarios de internet y moderación de contenidos). Con esta idea en mente, el Congreso de Estados Unidos promulgó en 1998 una ley que obliga a los intermediarios de internet a tomar medidas para evitar las infracciones al copyright por parte de sus usuarios: la Ley de Derechos de Autor de la Era Digital.
La Ley de Derechos de Autor de la Era Digital, mejor conocida como DMCA por su nombre en inglés (Digital Millennium Copyright Act) obliga a los intermediarios de internet a tomar medidas para controlar las infracciones al copyright.
A continuación explicamos cómo funciona el mecanismo con un ejemplo:
Si los intermediarios no implementan un sistema de notificación y retiro pueden terminar respondiendo judicialmente en un eventual proceso donde se demuestre que el usuario violó el copyright. En términos legales, la implementación del mecanismo pone a las redes sociales en un “puerto seguro” donde son inmunes.
En otras palabras, la DMCA ofrece un poderoso incentivo para que estas empresas remuevan cualquier contenido posiblemente infractor una vez reciban la notificación, en vez de estar analizando caso por caso si el supuesto titular tiene razón en su reclamo.
En los procesos de notificación y retiro suelen intervenir sistemas de detección automatizada. Sin embargo, no es claro de qué manera y con qué frecuencia. Entre otros, estos sistemas pueden notificar al titular de un material para que inicie el proceso, pero en últimas el mecanismo que explicamos aquí está diseñado para que cualquier usuario lo lleve a cabo.
Entiende más sobre detección automatizada.