Meta revisará el programa con el que protege cuentas de políticos y celebridades

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3/21/2023
Meta revisará el programa con el que protege cuentas de políticos y celebridades

Para defenderse de acusaciones de violencia sexual, en 2019 el futbolista Neymar Jr. publicó en Facebook e Instagram un video que incluía conversaciones con la mujer que lo había denunciado y fotos en las que ella aparecía desnuda. La publicación, que incumplía las normas comunitarias de ambas plataformas por divulgar contenido íntimo no consensuado, alcanzó a tener más de 56 millones de reproducciones antes de que fuera eliminada.

Detrás de la dilación estaba el programa de verificación cruzada de Facebook –hoy Meta–, también conocido como “cross-check” o “X-Check”, un sistema que permite que altos perfiles, como políticos, celebridades o grandes empresas, gocen de una evaluación más permisiva frente a posibles faltas en las plataformas de Meta. Según la compañía, este programa permite identificar contenido que corre más riesgo de ser eliminado por error, escalándolo a instancias más altas dentro de los equipos de moderación, de manera que se mitiguen los riesgos de falsos positivos y se garantice la libertad de expresión de los perfiles beneficiarios.

El programa salió a la luz en 2021, a partir de una serie de reportajes del Wall Street Journal conocidos como los Facebook Files, que revelaron ésta y otras prácticas cuestionables dentro de la compañía. Por ese entonces, Meta pidió una opinión a su Consejo asesor de contenidos, un organismo independiente que actúa tanto como un tribunal de cierre de casos de moderación como un cuerpo de consulta para estos asuntos.

En su investigación, el Consejo llamó la atención sobre el trato desigual que recibían los usuarios de las plataformas de Meta, la falta de transparencia respecto al funcionamiento del programa y el daño que podía causar la permanencia en línea de contenido que incumple las normas de la plataforma. El organismo criticó el programa y sugirió que estaba diseñado para garantizar la viabilidad del negocio, pues en efecto una sanción a un jefe de Estado o a una marca muy visible podría poner en riesgo la operación de Meta o sus ingresos. En diciembre pasado, el Consejo le hizo 32 recomendaciones a compañía para mejorar distintos aspectos del sistema y armonizarlo con los derechos humanos de los usuarios.

Recientemente, Meta anunció que acogería por completo 11 de estas recomendaciones, mientras que implementará parcialmente otras 15. De acuerdo con la compañía, en los casos en los que sea posible, separará en dos ramas los equipos de trabajo encargados del programa, según la protección a las cuentas se dé por razones de libertad de expresión o por prioridades comerciales de la compañía. Además, Meta acordó actuar de manera inmediata en casos de contenido que se identifique como gravemente violatorio.

Aunque el Consejo pidió que se marcaran públicamente las páginas y cuentas de actores estatales, candidatos, aliados, medios y periodistas que estuvieran protegidos por razones comerciales, Meta adujo que una medida de ese estilo podría exponerlos a ataques.

La compañía también guardó reserva frente a la participación de la sociedad civil en la nominación de usuarios que puedan contar con este beneficio. El Consejo le había pedido trabajar de la mano de organizaciones para identificar candidatos para el programa, un asunto especialmente relevante en los lugares en los que Meta no tiene suficiente presencia como para comprender quiénes necesitan una mayor protección de su libertad de expresión. Sin embargo, la compañía no se comprometió a hacer mucho más de lo que ya hace: mantener relación con la sociedad civil y escuchar sus opiniones para diseñar unos criterios más equitativos. Según la matriz de Facebook e Instagram, la posibilidad de que la sociedad civil participe en un proceso formal de nominación será “explorada”.

Aunque el Consejo celebró varios de los compromisos de Meta, también hizo patente su insatisfacción con algunas respuestas. Mientras que varias de sus recomendaciones apuntaban a que el programa tuviera criterios claros, de manera que quienes los cumplieran pudieran aplicar para ser beneficiarios, la decisión para dar este tratamiento preferencial sigue siendo de exclusiva discrecionalidad de Meta.

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