Infancia en línea: ¿cuál es el estado de los menores en Internet en América Latina? Entrevista

7 minutos
2/21/2024
Infancia en línea: ¿cuál es el estado de los menores en Internet en América Latina? Entrevista
"Child protection online" interpretado por Dall-E

Una ola de regulaciones en Estados Unidos y Europa tiene en su centro la protección de los menores de edad. Mientras se discute la pertinencia de estas medidas –desde introducir sistemas de verificación de edad hasta alterar los sistemas de cifrado de los servicios de mensajería– en América Latina el debate se ve todavía desde la distancia. 

Conversamos con Alejandro Castañeda, jefe del Centro de Internet Seguro-Viguías de Red PaPaz, sobre el estado de la conversación en la región, las principales preocupaciones sobre la actividad de los menores en línea y el papel de las plataformas, los gobiernos y las familias en la protección de los usuarios más jóvenes. 

¿Es legítimo pensar en la restricción del uso de redes sociales para menores de edad?

Alejandro Castañeda: Las redes sociales presentan actualmente sus herramientas de privacidad y restricción de uso para sus usuarios. Estas herramientas han hecho que las plataformas tengan restricciones sobre las edades de las personas. Entendemos que la prohibición o limitación de acceso a redes sociales para menores de 18 años no constituye una medida adecuada para salvaguardar su bienestar y protección en el mundo digital.

Reconocemos que estas plataformas ofrecen vastas oportunidades para que niños, niñas y adolescentes ejerzan sus derechos fundamentales establecidos en la Observación General No.25 a la Convención de los Derechos de niñas, niños y adolescentes de la UNICEF,  como la libertad de expresión, asociación y pensamiento y a diario, presenciamos manifestaciones de creatividad, arte y desarrollo personal que son esenciales para su crecimiento personal y social.

No obstante, concordamos con la evaluación de UNICEF sobre la Convención sobre los Derechos del Niño en el entorno digital, que señala que este entorno no fue inicialmente diseñado teniendo en cuenta las necesidades específicas de las niñas, niños y adolescentes. Este déficit es especialmente evidente en las redes sociales, cuyos diseños carecen de consideraciones adecuadas sobre la seguridad y privacidad de las personas menores de 18 años.

Además, las medidas destinadas a adaptar las configuraciones de privacidad para usuarios menores de 18 años se han implementado tardíamente y de manera inconsistente entre distintos países y regiones del mundo. Una investigación llevada a cabo por el Centro de Internet Seguro-Viguías, junto con organizaciones de 9 países, reveló que lamentablemente las y los adolescentes europeos tienen mayores sistemas de protección a los que tenemos acceso en la región.

Por tanto, sostenemos que la principal responsabilidad en la protección de niños, niñas y adolescentes en las redes sociales recae en la industria. Las empresas deben asumir la responsabilidad de desarrollar productos que consideren siempre a su potencial usuario más vulnerable, y ajustar sus servicios y funciones conforme a estándares más elevados de protección. Sin embargo, para lograr esto, es necesario poder contar con marcos regulatorios obligatorios que cuenten con estándares para la protección de niñas, niños y adolescentes.

¿Cómo equilibrar el uso responsable de redes sociales con los potenciales peligros que hay para los y las menores de edad en estos espacios? 

A.C.: Desafortunadamente, como sociedad hemos tendido a atribuir exclusivamente a los niños, niñas y adolescentes y a sus padres o cuidadores la responsabilidad de protegerse en el mundo digital. Al abordar el tema del uso responsable de Internet, hemos centrado la conversación únicamente en proporcionar herramientas a los usuarios de plataformas, como controles parentales o configuraciones de privacidad.

Sin embargo, para garantizar entornos digitales seguros, es fundamental involucrar a la Industria y al Estado en esta conversación. Necesitamos elevar los estándares mínimos en materia de privacidad y seguridad en todos los servicios, plataformas y herramientas digitales. Los principios de seguridad y ética por diseño deben convertirse en requisitos mínimos para el desarrollo de productos y servicios, y es imprescindible que sean regulados y obligatorios para todos los actores involucrados.

Con estos principios, entendemos que para equilibrar el uso responsable de las redes sociales, y en general del entorno digital, debemos reconocer que existen riesgos y amenazas específicas para niñas, niños y adolescentes.

¿La verificación de la edad de los usuarios en redes sociales es una forma eficaz de proteger a los menores de contenido dañino en redes?

A.C.: La verificación de la edad es un primer paso que las redes sociales deben realizar para asegurar y reconocer la edad de los usuarios que están utilizando su plataforma. Sin embargo, no se puede entender como una solución única para proteger a niñas, niños y adolescentes, ya que no asegura que la experiencia de niñas, niños y adolescentes en esa plataforma sea una experiencia segura. También es necesario entender que las diferentes herramientas para verificar la edad no son perfectas, y en muchos casos, traen riesgos para la seguridad de los datos de niñas, niños y adolescentes.

¿Cuáles son las principales preocupaciones de Red PaPaz frente al daño que las redes sociales pueden causar a niños, niñas y adolescentes? ¿Cuáles, por el contrario, son las principales ventajas de que participen en plataformas?

A.C.:Las redes sociales es una de las formas en las cuales niñas, niños y adolescentes ejercen su derecho de libertad de expresión. Les permiten divulgar y crear contenido en el que pueden divulgar sus gustos, sus ideas y opiniones sobre cualquier tema, creando muchas veces relaciones sociales con personas que comparten esos mismos intereses. Les permite también comunicarse con personas, familiares y amigos que pueden estar en otros barrios, ciudades, países y continentes, ayudándonos a todos a crear y mantener nuestro sentido de familia. También, es una herramienta que puede actuar como una importante fuente de recursos educativos, ayudando tanto a estudiantes como a profesores a fortalecer el acceso a la información.

Sin embargo, el uso de redes sociales conlleva diferentes riesgos. Desafortunadamente, durante el 2023 y lo que llevamos del 2024 a través de la línea de reporte Te Protejo hemos recibido más de 39.000 reportes de situaciones que amenazan o vulneran los derechos de niñas, niños y adolescentes, de los cuales el 97% se desarrollan en entornos digitales. De esos reportes, 1 de cada 4 son resultado de una interacción en redes sociales.

En estas interacciones vemos con más frecuencia situaciones de ciberacoso como el grooming, la divulgación no consentida de contenidos sexuales, la sextorsión y las situaciones de intimidación en entornos escolares que se trasladan a redes sociales. En particular nos preocupa que cada vez más, niñas y niños más jóvenes están siendo abusados para la generación de material de explotación sexual.

Además de la responsabilidad de las plataformas en el diseño de políticas y medidas para proteger a los menores en redes sociales, ¿qué otros mecanismos pueden ser implementados? ¿Qué otros actores deben participar en esta discusión?

A.C.: Debemos empezar por asegurar que el gobierno priorice la regulación para la creación de lineamientos éticos para las plataformas, productos y servicios digitales, con un desarrollo específico en la protección de niñas, niños y adolescentes. Para la constitución de este entorno protector, es importante tener en cuenta que todos somos corresponsables en la protección de niñas, niños y adolescentes.

Particularmente, el gobierno debe priorizar la regulación para la creación de lineamientos éticos para las plataformas, productos y servicios digitales, con un desarrollo específico en la protección de niñas, niños y adolescentes. En este sentido, la ética por diseño debe ser un requerimiento mínimo obligatorio para todos.

Las instituciones educativas tienen también una gran responsabilidad en la formación de la ciudadanía digital, así como apoyar en la comprensión de conceptos como el consentimiento, los límites y la privacidad en el entorno digital. También, deben darle la mayor importancia a que los productos y herramientas digitales que utilizan para los procesos educativos sean plataformas que incluyan la seguridad por diseño.

Por otro lado, desde la academia y la sociedad civil debemos seguir caracterizando estas necesidades y riesgos con una perspectiva en las niñas, niños y adolescentes de Colombia y América Latina. Tenemos unas grandes brechas de conocimiento que necesitamos conocer y acercar a nuestro contexto.

Y por último, desde las familias debemos continuar desarrollando procesos de mediación efectivos para que podamos acompañar a niñas, niños y adolescentes en sus experiencias digitales.

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